miércoles, 23 de mayo de 2012

Existe el síndrome?? Si.

Si, el síndrome existe. Y está presente en muchos de nosotros por diversas razones, pero las nuestras son simplemente aquellas que derivan de nuestro estado anímico después de haber visto la realidad al otro lado, ese en el que las aguas son calientes y el mar en apenas un metro parece un acuario.
Volver del trópico, y encontrarte con la cruda realidad es duro. Volver a la monopesca de pejerreis, sierras y bicudas, es difícil. Tentar otra vez a las esporádicas lubinas, bailas y sargos se hace hasta costoso. Eso hablando del spinning, porque en cuanto al jigging de momento nuestro barco sigue en tierra a la espera de terminar la puesta a punto para meterlo en el agua y volver a disfrutar como nos gusta. Echamos de menos el jigging en nuestras aguas.

Estas semanas atrás hemos tratado de aprovechar el tiempo, dando lances aquí y allá, buscando como siempre todo tipo de presas, si bien hay que decir que el tiempo está como siempre muy raro, y en el agua está pasando algo que hace que pese a la presencia masiva de carnada (jureles, chicharros, bogas, galanas, palometas...), la actividad y capacidad de engaño de los señuelos se han visto mermadas.

Como decía, semanas atrás tuve el gusto de dar unos lances junto al amigo Pablo (Con Artificiales por Lanzarote), con quien pude compartir varias horas de pateo. Temprano, antes de salir el sol, ya estábamos dando varazos, mientras el hermano Daniel se lo pasaba en grande en la vecina isla de La Graciosa, entre pejerreis y abades.
Según me contó, tuvo varias persecuciones de abades hasta el mismo filo del cantíl, pero ninguno terminó por atacar correctamente como para hacerse con el señuelo y clavar. Varios pejerreis llegaron a ver tierra, pero fue este bonito ejemplar el que fue puesto en seco y fotografiado.

Dani sabe dónde localizarlos, y siempre suele obtener buenos resultados cuando sube a la Octava. A pesar de estar bastante castigada la isla, siempre sabe dónde se reunen estos carángidos para acechar a sus presas.

Por nuestra parte en Lanzarote, la mañana transcurría sin sobresaltos ni sorpresas en zona profunda, hasta que decidimos trasladarnos a un puesto somero en el que solemos encontrar a menudo Lubinas, Bailas y Pejerreis... Creo que no habrían pasado más de 15 minutos lanzando, cuando tras varios ataques fallidos, algo atrapa el Bujinu de Seaspin y tras una corta pelea, logro poner en seco una preciosa Baila.



Justo cuando me disponía desanzuelarla, Pablo logra clavar lo que presumiblemente era otra baila, pero a pocos metros de la orilla, ésta tiene la suerte de desanzuelarse y marcharse entre la espuma. Una pena, ya que un doblete de bailas nos hubiera alegrado totalmente.

Tras unos minutos de charla y descanso, y ya con la marea demasiado alta como para seguir pescando en aquel pesquero, optamos por caminar de vuelta hacia el coche, lanzando en cada lugar que aparentemente podía ofrecernos alguna captura.

Y entre risas y fiestas, algo vuelve a frenar el señuelo nada más caer al agua: hace peso, da cabezazos y en cortas pero potentes carreras consigue sacarme unos cuantos metros del 15lb... por el peso que hace y la lucha, nos deja escépticos a la hora de evaluar y apostar por el tipo de captura... hasta que a pocos metros de la orilla, asoma lo que ya empezamos a considerar una barracuda y deja de ser nuestra habitual bicuda. Casi 8 kl pesó el animalito.


En el lomo es dónde se aprecia realmente lo grande que era esta bicuda, que aunque no es la mayor que se ha cogido, si es un ejemplar de los que ya es muy difícil ver, y sobre todo capturar desde tierra.

Después de esto, nada más, ya que pusimos rumbo al coche para terminar con aquel día de pesca.

Otros días, hemos decidido embarcarnos para probar lanzando en nuestros pesqueros más habituales, y en las numerosas pajareras que se están dejando ver durante estas fechas. Nada importante ha salido, pero siempre hemos tenido la suerte de encontrarnos con agradables sorpresas como las bicudas y sierras que no dudan en atacar paseantes, especialmente y como siempre el maravilloso Pro Q de Seaspin, un señuelo al que tarde o temprano Dani y este que escribe terminaremos haciéndole un monumento. Sencillamente, este señuelo es maravilloso, y lo mire por donde lo mire, perfecto. Sólo hay bondades en él.
Aquí, Dani con una de las tantas sierras que ha conseguido engañar ultimamente con este señuelo.

Con buena o mala mar, cualquier animal que ve pasar el Pro Q cerca, no duda en subir a atacarlo, brindándonos espectáculo y habitalmente buenas peleas. Ese color verde está resultando ser todo un killer.

También durante innumerables días, hemos pateado y lanzado en diferentes escenarios, buscando signos de actividad con la ayuda de gaviotas y pardelas. Como decíamos anteriormente, pocos han sido los resultados desde costa. Pequeños pejerreis que rápidamente fueron devueltos al agua, y bicudas medianas que muy de vez en cuando se dejaron ver para animar algo la jornada justo en los últimos momentos del día, cuando practicamente ya lo dábamos todo por perdido.


Estos últimos días (del fin de semana hasta ahora), parece que la cosa ha mejorado. No sé si algo habrá cambiado (muchos hemos jugado al divertido juego de las hipótesis: que si las medusas, que si la temperatura, la carnada, cambio de ciclo en el mar...), pero está claro que aunque siguen siendo capturas esporádicas, por lo menos estas han ganado en tamaño, diversidad y por lo tanto también en entretenimiento para nosotros.
En estos días, seguiremos matando el gusanillo con las historias de siempre por aquí, mientras tratamos de superar este periodo comprendido entre la primavera y el otoño en Canarias que no supone mas que viento y más viento, entremezclado con lapsus de bonanza.

En fin señores, que espero que a todos les vaya bien, que estén pescando mucho y divirtiéndose como siempre.
Saludos, y hasta dentro de unos días.

viernes, 4 de mayo de 2012

Molix Spopper 110

Molix SPopper 110

La verdad es cuando lo vi por primera vez en el Blogg de Nicola, me sorprendió mucho... por su diseño, y lo diferente que me parecía. Molix tiene muy buenos señuelos, pero este en concreto siempre me llamó la atención. Seguro que en otoño, hay unos animalitos de colores a los que les gustaría subir a la superficie para darles un buen bocado.



Para competir en el abarrotado mercado de los señuelos de superficie hace falta solo una cosa: ¡calidad! Producir productos de calidad, con el mejor diseño, los materiales más avanzados y probados por el equipo de profesionales de la empresa es la idea que tiene Molix sobre cómo hay que hacer las cosas para consolidar el nombre de la compañía y convertirse en un competidor con aquel “algo” que marca la diferencia, reconocido por sus productos en lugar que por el logo en los embalajes.

A la empresa italiana le hacía falta un señuelo de superficie para el mar más grande y el Molix SPopper 110 è la respuesta: comprime 38 gramos en un cuerpo compacto de 11 centímetros sin perder una pestaña de rendimiento. Se lanza como una bala gracias a su perfil aerodinámico, muy importante para los pescadores de orilla, nada como Michael Phelps ambos por encima que por debajo del agua. Se puede trabajar a tirones come los grandes poppers tropicales y se moverá salpicando agua con mucho ruido, acción de verdadero machote, pero si dejamos de lado los tirones y empezamos a recuperar más rápido se hundirá un par de centímetros debajo de la superficie nadando como una culebra y dejando atrás una estela de burbujas que no pasará inadvertida. Al mismo tiempo es un señuelo muy estable, capaz de marchar en las condiciones más duras sin perder el ritmo o enredarse. 

El cuerpo en ABS a prueba de bala y la armadura pasante le mantendrán de una pieza en presencia de dientes afilados, con anzuelos de gran calidad a completar el montaje. El Molix SPopper 110 será disponible en el verano 2012, preparado para desafiar los bichos de los barrios más conflictivos  del Mediterráneo antes de lanzarse en aventuras de pesca mediana y ligera en el trópico.
Podemos conseguirlo en Caranx. Net .